lunes, 19 de octubre de 2009

Muerte a Schopenulfher




¿Cómo fue que un día empecé a escribir y lo que decía quedaba pegado a la página como los pequeños pegostes de pajita sobre las sábanas? ¿Cómo sería si un día simplemente no existiera? Creo que estuve cerca, creo que el silencio es un círculo vicioso que me caerá de lo más bien cuando esté resignado. Pero creo que todavía no, hoy no.

Hoy quiero hacer mi pataleta, aunque fuese la última.

Voy a quitarme los cheles de los ojos. Cuando deje mi puro a un lado tal vez pueda pensar en algo mientras me limpio la mierda del zapato y eche a caminar. Tal vez la mierda me persiga, seguramente se sienta sola sin mí.